Procuradores generales de al menos 12 entidades de Estados Unidos –tradicionalmente republicanas– anunciaron hoy que interpondrán demandas legales contra la reforma de salud aprobada en la Cámara de Representantes, la cual fue calificada por el gobernador de Texas, Rick Perry, de "expansión del socialismo".
La amenaza de demandas ocurrió luego de que los procuradores estatales republicanos participaron la noche del domingo en una conferencia telefónica para definir el plan de acción a seguir para bloquear la iniciativa.
Indicaron que interpondrán sus demandas una vez que el presidente Barack Obama firme el texto y lo convierta en ley, lo que ocurrirá este martes.
"La legislación federal de salud aprobada viola la Constitución de Estados Unidos y atropella las libertades individuales de los texanos", dijo el procurador de la entidad, Greg Abbott.
"La legislación de salud es un asalto a la Constitución", señaló el procurador de Carolina del Sur, Henry McMaster.
"Una demanda legal del estado parece ser la única esperanza de proteger a los ciudadanos estadunidenses de este ataque sin precedente a nuestro sistema de gobierno", indicó en un comunicado.
El de Florida, Bill McCollum, emitió una declaración similar. "Si el presidente firma esta iniciativa para convertirla en ley, vamos a interponer una demanda para proteger los derechos y los intereses de los ciudadanos estadunidenses", dijo.
Además de Texas, Carolina del Sur y Florida, las otras entidades que anunciaron demandas son Alabama, Nebraska, Oklahoma, Pensilvania, Washington, Utah, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Virginia.
Sin embargo, varios expertos legales pusieron en duda los prospectos de éxito de las demandas republicanas.
"El Congreso tiene clara autoridad para aprobar esta legislación", dijo Mark Rose, de la Escuela de Leyes Chicago-Kent.
Esta reforma, la mayor prioridad doméstica de Obama, daría paso a los mayores cambios en el sistema de salud estadunidense desde la creación, en 1965, del programa Medicare.
Tras calificar la reforma de "expansión del socialismo" en territorio estadunidense, el gobernador texano dijo que "desafortunadamente, el voto sobre la atención a la salud tiene que ver más con expandir el socialismo en territorio estadunidense que con componer nuestro sistema de proporcionar y financiar la salud".
Molesto por la aprobación de la reforma, Perry emitió un comunicado en el cual señaló que "para proteger los derechos constitucionales de todos los texanos y preservar el marco constitucional delineado por los fundadores de esta nación y defender nuestro estado de futuras violaciones, Texas retará legalmente la legislación federal de salud".
La amenaza de demandas ocurrió luego de que los procuradores estatales republicanos participaron la noche del domingo en una conferencia telefónica para definir el plan de acción a seguir para bloquear la iniciativa.
Indicaron que interpondrán sus demandas una vez que el presidente Barack Obama firme el texto y lo convierta en ley, lo que ocurrirá este martes.
"La legislación federal de salud aprobada viola la Constitución de Estados Unidos y atropella las libertades individuales de los texanos", dijo el procurador de la entidad, Greg Abbott.
"La legislación de salud es un asalto a la Constitución", señaló el procurador de Carolina del Sur, Henry McMaster.
"Una demanda legal del estado parece ser la única esperanza de proteger a los ciudadanos estadunidenses de este ataque sin precedente a nuestro sistema de gobierno", indicó en un comunicado.
El de Florida, Bill McCollum, emitió una declaración similar. "Si el presidente firma esta iniciativa para convertirla en ley, vamos a interponer una demanda para proteger los derechos y los intereses de los ciudadanos estadunidenses", dijo.
Además de Texas, Carolina del Sur y Florida, las otras entidades que anunciaron demandas son Alabama, Nebraska, Oklahoma, Pensilvania, Washington, Utah, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Virginia.
Sin embargo, varios expertos legales pusieron en duda los prospectos de éxito de las demandas republicanas.
"El Congreso tiene clara autoridad para aprobar esta legislación", dijo Mark Rose, de la Escuela de Leyes Chicago-Kent.
Esta reforma, la mayor prioridad doméstica de Obama, daría paso a los mayores cambios en el sistema de salud estadunidense desde la creación, en 1965, del programa Medicare.
Tras calificar la reforma de "expansión del socialismo" en territorio estadunidense, el gobernador texano dijo que "desafortunadamente, el voto sobre la atención a la salud tiene que ver más con expandir el socialismo en territorio estadunidense que con componer nuestro sistema de proporcionar y financiar la salud".
Molesto por la aprobación de la reforma, Perry emitió un comunicado en el cual señaló que "para proteger los derechos constitucionales de todos los texanos y preservar el marco constitucional delineado por los fundadores de esta nación y defender nuestro estado de futuras violaciones, Texas retará legalmente la legislación federal de salud".
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