Golcar Rojas
(@golcar1 en Twitter)
MARACAIBO (infoCIUDADANO)
Julio/20011
Gabriel Gerardo Rojas Pérez, Gabo, tiene 18 años, es guapo, chispeante y alegre, siempre con el chiste a punto, le gusta el fútbol, la música, la historia y la geografía. La vida no nos ha permitido compartir personalmente tanto como quisiéramos, pero las redes sociales y los avances tecnológicos de las telecomunicaciones se han encargado de remediar ese distanciamiento real y lo ha compensado con una fluida comunicación virtual. Gabo no sólo es mi sobrino, sus padres me dieron la dicha de nombrarme su padrino de bautismo así que los vínculos afectivos podríamos decir que vienen multiplicados por dos.
Cuando el presidente Chávez salió a informar en un video transmitido en cadena nacional de medios que padecía cáncer, lo que desde muchos días antes conocíamos a través de informaciones filtradas, de bastantes especulaciones y muchos inventos, comenzaron a surgir a través de las redes sociales como Twitter y Facebook y por los mensajes del pin de Blackberry una serie de comentarios sobre el padecimiento de Chávez.
Estas burlas, tal vez debido a la historia particular de Gabo, que ha crecido en el seno de una familia en la que varios miembros han tenido que luchar contra el cáncer (lucha que no siempre resultó victoriosa como en el caso de sus abuelas, mi mamá una de ellas, que murieron víctimas de ese padecimiento), lo llevaron a escribir una sentida carta en la que expresa su punto de vista sobre la situación.
Algunos mensajes transmitidos por sus contactos, entre los que me incluyo, eran meramente informativos y muchos otros en son de chistes y burlas sobre lo anunciado por el mandatario en una especie de catarsis colectiva mediante la cual muchos queríamos, en algunos casos, desahogarnos y, en otros, poner al descubierto y desenmascarar tanto a Chávez, quien pretendió por largo tiempo ocultarle al país la verdadera situación de su salud, como a sus acólitos que no cesaron de decir mentiras, contradicciones y verdades a medias acerca del estado de salud del mandatario. Y que, al día de hoy, continúan mintiendo y manipulando a la población con mensajes y videos que más que informar sobre la situación tienden a confundir.
Lo más sencillo y claro sería que los médicos que tratan al presidente den un parte serio y claro en el que informen cuál es la verdadera situación del paciente, de qué tipo de cáncer se habla y en qué estadio se encuentra, así como cuáles son las expectativas que, desde el punto de vista científico, se pueden tener. Pero, por el contrario, lo que a simple vista parece estar sucediendo, es que están utilizando la enfermedad del presidente para manipular políticamente y sacar partido electoral de la situación.
Los mensajes y chistes, entre los que figuran algunos escritos por mí, fueron el detonante para que Gabo escribiera el texto que transcribo a continuación y esa carta fue el punto de partida para una interesante discusión que sostuvimos por el pin del Blackberry en horas de la madrugada y que también incluyo en este post porque considero que puede servir para que muchos tengan un poco más claros los sentimientos que la situación actual de Chávez pudieran estar generando.
La carta de Gabo
Primero, y antes que mi opinión sea juzgada, quisiera aclarar que aquí no estoy pidiendo compasión, ni lástima ni mucho menos “Pobrecito el Presidente” porque mucho que nos ha jodido pero, principalmente, porque esas expresiones son vetadas en mi núcleo familiar desde el momento en que uno aprende a hablar.
Recién salida del horno la noticia del tumor cancerígeno “sufrido” por el presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez, empezaron a salir los comentarios de costumbre con respecto al caso. Algunos serios, otros informativos, pero en su mayoría humorísticos y de celebración. Por suerte, la vida me ha dado la oportunidad de forjar amistades de más de 120 nacionalidades, de las cuales más del 90% al decirles: Soy venezolano, la primera reacción que me daban era una gran sonrisa y de una vez juzgarme como una persona muy alegre y feliz.
Ahora, ¿Con qué moral le digo yo a cada uno de ellos que vengo de un país donde más de ¼ de la población le desea la muerte a alguien? Sí, me da tristeza ver al nivel que hemos llegado los venezolanos, burlándonos y celebrando una enfermedad por la que todo el mundo se ha unido para combatirla. Es correcto, digo hemos, porque esas reacciones las he visto en mi familia, amigos, cercanos e inclusive ex–amantes; entonces me toca incluirme debido al famoso refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”.
El cáncer es una enfermedad que debilita las defensas y deja al cuerpo expuesto a que cualquier simple enfermedad como una gripe común dé la estocada final. Es una enfermedad que mata lento y con bastante dolor, dañando a la persona poco a poco hasta que ésta ya no puede más. Es correcto, hay tratamientos como la quimioterapia y radioterapia; los dos acaban con el cáncer, pero también con todo lo que consiguen a su paso. Sólo personas con mucha voluntad de vivir y más duros que un tronco son capaces de aguantar ese tratamiento.
La quimioterapia (siendo la más eficiente) consiste en administrar sustancias químicas como carboplatino y taczol al organismo. Estas sustancias entran el cuerpo y si la persona aguanta en promedio de 8 a 12 tratamientos con intervalos de unos 10 y 25 días entre sesión y sesión, arrasan con las células cancerígenas del órgano tratado, pidiéndole a Dios que no les haya dado tiempo de expandirse a otros órganos. Pero estas sustancias no son selectivas, es decir, no saben diferenciar entre el bien y el mal, por consecuencia, acaban con los glóbulos blancos, plaquetas, melanina (pigmentos de la piel y cabello), bajan la hemoglobina, entre otros efectos secundarios que no puedo recordar en este momento.
En palabras un poco más coloquiales, la persona pierde gran cantidad de sus defensas, se le cae el cabello, la piel se arruga y se pone áspera, las uñas se debilitan, se pierde la sensibilidad en los dedos, los labios se resecan, se debilitan algunos músculos e inclusive, afecta el ánimo de la persona, desde depresión hasta cólera pasando por angustia. Una vez completado el proceso, se hace un examen más, verificando que no queden más células cancerígenas, de ser positivo, más quimioterapias serán aplicadas, de ser negativo, al paciente le tocara ir regularmente (aproximadamente cada 4 meses) a un control médico para asegurar que su cuerpo sigue limpio; es decir, cada 4 meses, la angustia llega no solo al paciente, sino a sus familiares también.
Los familiares, esos sufren casi igual que el paciente, ellos tratan de ayudarle, desde llevarle frutas como ciruelas para la recuperación del organismo, hasta rezar y hacer promesas al Barbudo (como con cariño me refiero a nuestro Padre Dios) por la salud del paciente. Aquellos que sobreviven al cáncer, lo hacen luchando por una causa, por ejemplo, la de una madre de criar a sus hijos, no abandonarlos, que a pesar de tener un padre dispuesto a todo, ella no querer dejarle la tarea a él solo, por querer estar en la graduación de su hijo, de apoyar a su hija menor cuando su primer novio la deje o simplemente ayudar a su hermano menor, que considera su hijo mayor a encontrar de nuevo el camino. Hay muchos ejemplos de gente que lucha contra el cáncer e inclusive ejemplos más heroicos que el que acabo de “inventar” más arriba.
Una vez aprendido lo que es el cáncer, les pregunto, ¿siguen celebrándolo, deseándolo, alegrándose y burlándose del cáncer? O mejor dicho ¿se van a burlar de aquellas personas que perdieron la batalla? ¿o de aquellos que la ganaron pero a un costo muy alto? Mejor aún ¿seguirán burlándose de aquellos que aún siguen en la lucha? Por supuesto, esta pregunta va para ambos lados, le pregunto yo al Señor Presidente si con esos jueguitos de demostrar que es un héroe y que es invencible, ¿seguirá burlándose de la gente que lucha a diario por sobrevivir?
Yo soy de los primeros que celebraré la salida del presidente en el 2012 y haré todo lo posible por pertenecer a la generación que recoja los escombros dejados por el gobierno de turno. Pero algo que no le deseo es la muerte a nadie y, mucho menos de esa forma, porque sé lo que una persona pasa cuando padece una enfermedad de esa categoría. Por supuesto, también quiero que se haga justicia por los daños que ha hecho el Presidente actual de la Republica Bolivariana de Venezuela, pero cuando hablo de justicia, hablo de la justicia creada por la humanidad, de la que empezó con Hammurabi, cambió con los griegos, modificaron los romanos y hasta hoy en día se sigue usando y perfeccionando para castigar a los que obran en contra de los Derechos Humanos.
Para concluir, quiero decir que desde niño me ha apasionado bastante la historia y la geografía mundial. Desde que aprendí a leer estoy leyendo sobre grandes personajes históricos como, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Napoleón Bonaparte, Rodrigo Díaz de Vivar, Guillermo El Conquistador, Saladino, William Shakespeare, Baludino IV, Isabel I, Juana de Arco, Macchiavello, Leonardo da Vinci… Y puedo continuar hasta la semana siguiente diciendo nombres. Como llamamos nosotros en esta vida “de casualidad”, cuando el presidente Hugo Chávez parte para La Habana para ser tratado por un “absceso pélvico” me estaba leyendo por primera vez la historia de Nelson Mandela.
Invito a todos aquellos que viven con un rencor tan inmenso que les hace celebrar dicha enfermedad a leer sobre Madiba y analicen cómo con rencor no se puede vivir y mucho menos gobernar. Cómo un hombre unió a un país, aplicando justicia de la humana e inclusive se apoyó en un deporte de blancos para lograr la hazaña. O mejor aún, como en su historia se demuestra que un país no puede emerger cuando 52% de la población tira para un lado y el otro 48% tira para el lado opuesto.
La conversa
Yo: Ahijado, está muy bueno lo que escribió. Pero hay que entender que cuando uno se alegra por lo que le está pasando a Chávez no lo hace porque le pase a él como ser humano sino a lo que ha representado para todo un país. La descripción inicial que haces de lo que es el cáncer se puede perfectamente extrapolar y observar que eso que hace el cáncer con el ser humano es lo que Chávez ha venido haciendo con todo un país. El ha sido como una enfermedad que mata lento y con bastante dolor, ha dañado a muchas personas poco a poco hasta que estas ya no han podido más. Familias enteras se han separado por su culpa y han sufrido y siguen sufriendo como quien tiene una enfermedad terminal.
Por eso, cuando te pregunten ¿cómo es posible que tu país se alegre porque alguien sufre de cáncer, diles que no es por el ser humano en particular sino por lo que ha significado para toda una población. Si a Hitler, Pinochet, Gadhafi, Mugabe o cualquiera de esos sanguinarios dictadores se los lleva un cáncer yo me alegraría también y lo celebraría. Como se celebró en España y aquí en Venezuela la muerte de Franco. No se celebra la muerte de un ser humano sino el fin de un régimen. Creo que no podemos permitirnos olvidar ni obviar lo que esos déspotas, incluidos Chávez y Fidel, han significado para tanta gente que ha sufrido tortura, persecución, emigración y todo lo que los regímenes autoritarios traen a los seres humanos que los sufren. ¿Qué Dios se encargue de ellos? Sí, que lo haga, pero no puedo dejar de pensar que mientras ellos se debilitan, sufren o mueren, sus víctimas tienen una posibilidad de vivir y volver a tener un futuro.
Gabo: Todo eso yo lo comprendo perfectamente, que eso era algo que tenía en mi primer borrador, pero lo borré porque se extendía mucho. Yo sé que se celebraría en dado caso el fin de un régimen, tal como pasó cuando Hitler se pegó el tiro. Pero qué vino después del suicidio de Hitler? El muro de Berlín, la separación de las Alemanias, el comienzo de la guerra fría y el cague a nivel mundial desde el 45 hasta el 89 que el mundo podía acabar en un invierno nuclear. Por supuesto, no le miento, caería bien que muriera el régimen por no decir personas, pero si cae el régimen mientras nosotros deseamos muerte, simplemente vamos a tener más años de desdicha.
Si el Presidente muere mientras nosotros, en vez de celebrarlo, trabajamos en conjunto, mientras luchamos por un país donde las diferencias políticas no dividan familias, mientras buscamos soluciones a los problemas o, simplemente, mientras pensamos de manera positiva en vez de preocuparnos por la muerte de alguien… Ahí sí tendremos país para recuperar. ¿Cómo llega Fidel al poder en Cuba? en una revolución en la que todos deseaban la muerte de Batista. ¿Por qué se forja una América libre de la esclavitud del reino español? Porque Bolívar luchaba por la libertad, con ideas y fundamentos, que lamentablemente la única forma era la guerra, ya es otro caso, pero entre sus ideas, las mayores de todas eran de libertad.
Yo: Y después vino la caída del muro y la reconciliación de las dos Alemanias. Como vino la recuperación de Chile y la de España. Nadie dice que uno se va a quedar en el rencor y el resentimiento, que es lo que ellos han hecho. Lo que es cierto es que el camino para la reconciliación y la superación de las diferencias y de las cosas que nos separan se inicia con la salida de los tiranos. Ya queda de Dios si lo hace por medio de un cáncer, también podría ser por un golpe de Estado o cualquier otro evento que, para el caso haría sufrir al dictador tanto o más que una enfermedad. Lo cierto es que el futuro sólo se podrá afrontar de manera diferente a partir de la salida de Chávez, sea por los medios que sea.
Fidel y Chávez llegaron al poder ofreciendo unos ideales que ellos mismos traicionaron y terminaron siendo mucho peores que lo que querían combatir. Cuando yo estuve en Cuba vi tal sufrimiento en la gente que habría sido capaz de despellejar poquito a poco a Fidel, me parecería que un cáncer sería muy poco sufrimiento para alguien que se jodió de tal forma en todo un país.
Gabo: Si, la reconciliacion de las Alemanias y la caída del muro vino 44 años después. Es cierto, todo va a empezar una vez que salga Chávez, por el medio que sea, eso es algo que esta más claro que el agua. Supongamos que sí sea por cáncer, bueno déjeselo a Dios. Si se muere, déjelo que se muera, una vez muerto, si se quiere, se celebra y después se actúa o si no se actúa de una vez. Pero ahorita, mientras está en el proceso, nada ganamos burlándonos, celebrándolo entre otras, lo único que ganamos es demostrar que somos la misma cagada que él y darle al mundo la razón de por qué ese hombre llegó al poder y permaneció por 13 años.
Vuelvo y repito, sólo se puede empezar a actuar una vez que él haya salido por el medio que sea, así sea que le picó el culo ayer y decidió renunciar. Pero si es por la muerte, supongamos que este cáncer lo mate en 6 meses (y que me perdone Dios por la expresión) en 6 meses como le digo, ahí sí celebramos y/o actuamos, pero durante esos 6 meses, hacer eso, es demostrar que los venezolanos somos el retrato de él.
Yo: Imagina que hay un perro rabioso mordiendo a todo un pueblo. Un día muerde a uno y le transmite la rabia y esa persona muere y sufre un montón para morir. Al día siguiente a otro y a otro después. Y uno ve al animalito y le da lástima porque es un ser vivo que sufre pero para poder salvar al pueblo completo hay que eliminar al perro, si nadie se atreve a eliminarlo y una penosa enfermedad amenaza con llevárselo, el pueblo entero se sentirá alegre de que, con suerte, esa enfermedad les quitará de encima ese animal que los está diezmando y haciendo sufrir.
Gabo: Yo no estoy buscando que digan pobrecito Chávez. Primero porque mucho nos ha jodido, pero principalmente porque esa clase de expresiones mi madre me las vetó desde el momento en que empecé a hablar. Yo pido es respeto para las personas que lucharon y luchan contra el cáncer y le pedí a los venezolanos cambiar su manera de pensar. Como vuelvo y le repito, ¿haciendo chistes y comentarios sobre el cáncer de Chávez va a hacer que sea peor? ¿o que lo mate más seguro? ¿o más feo? No, absolutamente no.