Hay palabras cómicas, que tienen la cualidad de liberar sonrisas apenas son pronunciadas, por ejemplo: pecueca, chapuza, pescuezo, guachimán, guargüero, nadosincronizado. Esta especialmente porque en cuanto la oigo visualizo a las nadadoras haciendo sus rutinas muertas de risa, como si el pataleo y la zambullida fueran la actividad más cómica que ser humano pueda practicar.
Será porque están irremediablemente ligadas a las formas y sensaciones que evocan, pero estas son algunas de las que me suenan bonito: alcachofa, caracol, fronda, chocolate, brisa, cocotero, besito, arrumaco… en fin.
Las hay que de solo pronunciarlas provocan agotamiento como: maratón, aerobics, escalera, chamba. Están sus opuestas: almohada, poltrona, hamaca, holganza.
Hay vocablos aromáticos como azahar, sofrito, fogón, ca-fe-ci-to; inmediatamente se me ponen los ojos en blanco, echo la cabeza para atrás y aspiro el aroma de esa deliciosa palabra.
Cargadas de ternura como mamá, abrazo, abuelito.
Llenas de amor: hijita, mamá (sí, otra vez), desvelo, recámara.
Desesperantes: Má-aaa (sobre todo cuando va precedida por pero). Están incompatibilidad, inaccesibilidad, ¿ah no? Pronúncielas pues. Elecciones.
Fascinantes: embeleso, arte, lienzo, música.
Criollísimas: chévere, guarapo, guacamaya, chigüire, güisqui.
Apetitosas: manjar, mango, guiso, tajada, cuántohaypaeso.
Sabrosas, unas por cómo saben y otras por cómo suenan: pan, helado, cordero, falangina, son, contoneo, peripuesta.
Espirituales: paz, amor, éxtasis, fe.
Espirituosas: ron, vodka, vino, guarapita, curda, ratón.
Formales: crustáceo, corbata, bufete, declaración.
Que suenan bien sin necesidad de más explicación: gilipollas, cucú, pipeta, minino, cheque.
Hay otras que suenan feo porque son, en su fonética, ordinarias, mal sonantes. Este grupo lo encabeza, definitivamente sobaco, le pueden seguir chola, chancleta, chupamedias, chancro, chancha. Qué cosa, casi todas con Ch.
Las hay espeluznantes como: piñata, divorcio, embarazo (ésta sólo cuando viene precedida de la anterior), parto (siempre), linchamiento, decreto, dedo, ignorancia, injusticia.
Hay las que suenan bonito pero tienen fea o desagradable connotación como piquiña, pocilga, sabandija, intransigencia.
Y las que mal usadas son peligrosísimas: bota, capricho, poder, autoridad.
Viriles: espalda, miembro, recio, El Zorro, calzoncillo.
Hay algunas cuyo significado desconocemos y nos vemos obligados, unos que otros, a consultar el diccionario: hebdomadario, patria, obligación, responsabilidad, respeto, albedrío, valor.
Urticantes como verdad, evidencia, averiguación, justicia, constitución, fracaso.
Y están las que dan miedo como pantaleta y cachucha.